YO SOY TU PADRE
Reflexión por el Día del Padre
Hace poco leí el libro "Yo soy tu padre: Lecciones para padres, protectores y mentores" del cual escribo esta reflexión. En el universo de Star Wars, la historia entre padres e hijos no es solo una aventura de galaxias lejanas. Es también una historia humana, real, llena de errores, silencios, redenciones y abrazos que a veces llegan tarde… pero llegan.
Darth Vader fue un padre ausente, perdido en sus sombras. Pero incluso desde ese lugar oscuro, el amor por su hijo lo hizo volver. Luke, con el corazón herido, eligió no repetir el odio. Eligió el perdón. Y con eso, rompió un ciclo. Cambió el destino.
¿Cuántos de nosotros hemos vivido algo así?
No todos los padres supieron estar. Algunos fallaron, otros se alejaron. Pero también hay padres que eligieron quedarse, aunque no supieran cómo hacerlo perfecto. Padres que, como verdaderos Jedi, pelearon sus propias batallas para criar con amor, con miedo, con errores… pero siempre con entrega.
Ser padre no es tener la capa del héroe. Es tener el corazón dispuesto. Es enseñar a caminar, aunque a veces uno mismo esté aprendiendo a no caer. Es proteger, corregir, abrazar en silencio. Es estar… incluso cuando no se dice nada.
Hoy, en el Día del Padre, recordamos a los que fueron luz. A los que, con esfuerzo y amor, marcaron el camino. También honramos a los que no supieron serlo… porque incluso desde el dolor, se aprende a construir una vida distinta.
Y sobre todo, celebramos a quienes eligieron ser padres desde el alma: abuelos, tíos, hermanos, mentores… figuras que con paciencia y ejemplo nos enseñaron a usar “la Fuerza” en la vida real.
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