EL DIA QUE LLEGUE A ESTE MUNDO


Mis padres se conocen desde muy jóvenes, diría yo que, desde niños, ambos vivían en la misma calle, frente a frente, en quintas que parecían sacadas de la serie “El Chavo del 8”. Mi madre me contó que mi padre la recogía de la escuela todos los días, “Ahí está el flaco” decían las amigas de mi madre al ver a Víctor parado con la atención de un águila aguardando a su presa (jajajaj) como una forma de cortejo, la recogía cada día y la acompañaba a su casa. Era un romance joven, que creció con el tiempo.

Su amor creció y creció hasta que mi madre quedó embarazada a los 15 años, mi padre tenía 18. Fue un escándalo en el barrio, el chisme del día, como diría Héctor Lavoe “la noticia propalada”, algunas personas recomendaban a mi madre que se internara en un monasterio “entras unos meses, dices que te vas de viaje, das a luz y dejas al bebé con las monjas ellas lo cuidarán” o peor aún que abortara. Pero mis padres decidieron hacer lo correcto y tenerme. No imagino la presión y el juicio que debieron soportar, pero ellos sabían que estaban haciendo lo mejor para mí.

Recuerdo algunas anécdotas de mi papá, como cuando guardaba en una bolsita escondida las presas de carne que le servían en su casa y se las ofrecía a mi madre para que se alimentara durante el embarazo. Era un gesto de amor y cuidado, que mostraba su compromiso con ella. No imagino los comentarios, criticas y chismes que tuvieron que soportar, pero contra todo pronóstico, nací un sábado 10 de junio de 1978 en la maternidad de Lima.

Pasó algo más de un mes de mi nacimiento y ellos se casaron, así iniciaron la aventura de ser padres “adolescentes”. Yo fui papá a los 28 y la verdad el asumir tan valiosa responsabilidad es muy complicado y duro, en alguna oportunidad pensé “Quien me mandó tener hijos” (los hijos son maravillosos, pero seamos sinceros en alguna oportunidad lo pensaron) No imagino cuántas veces se arrepintieron, ellos postergaron sus sueños y necesidades por hacer lo correcto.

Prometo hacer una entrevista con ellos pronto, para conocer más sobre su historia y sueños postergados. Quiero saber más sobre sus experiencias, sus miedos y sus esperanzas. Quiero saber cómo se sintieron al saber que serían padres tan jóvenes, cómo se las arreglaron para criar a un hijo en medio de la adversidad, agradezco mucho a mis padres por darme la vida y hacer lo correcto, tragándose tantas cosas para que yo pueda estar aquí, se que hasta ahora se culpan por no haberme dado “una mejor vida”, pero desde aquí quiero decirles, GRACIAS hicieron lo mejor con lo que tuvieron (tan mal no salí <sarcasmo>).

 

 

 

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